Los periodistas de la generación anterior siguen mirando con desden a las redacciones on-line
En los países más desarrollados, la alta penetración de Internet ha transformado por completo el panorama de la prensa. Los medios impresos pasan por dificultades económicas al ver caer el número de lectores y la publicidad en sus páginas. La mayoría de los lectores los han abandonado por que ahora buscan su información en sus computadores o a través de sus teléfonos celulares. Los anunciantes no han migrado tan rápido como los lectores hacia Internet, por lo que aún su dinero no llega a los nuevos medios. Por cada dólar invertido en publicidad en un medio impreso, sólo se invierten 5 centavos de dólar en Internet.
En América Latina, aunque el fenómeno es menos pronunciado, la tendencia es la misma. Como resultado, mientras las redacciones de los impresos aún cargan con el costo de periodistas de otra generación que producen poco para la web y ganan mucho, en las aún gestantes redacciones on-line los reporteros y editores más jóvenes tratan de luchar contra las prevenciones y el escepticismo de los más viejos.
La mayoría de periodistas para Internet en los medios de América Latina tienen entre 20 y 30 años, ganan menos que sus pares en la edición impresa quienes los ven aún como de menor categoría, según la primera Encuesta sobre medios on-line en América Latina realizada por el Grupo de Diarios de América y la Sociedad Interamericana de Prensa.
Al tiempo que las redacciones dedicadas exclusivamente a las ediciones impresas tienden a reducirse, de igual forma las redacciones de medios on-line crecen paulatinamente. Y se diversifican más. Si antes una redacción sólo necesitaba periodistas hoy son equipos dotados de videógrafos, diseñadores web, animadores y –cada vez más importante- productores multimedia.
La transformación de las redacciones trae consigo una transformación también del tipo de periodista que se necesita para la era digital. Cada vez más se insiste en que las redacciones necesitan periodistas con capacidad de producir historias multimedia. Estoy de acuerdo pero creo que hay una gran confusión –y ansiedad entre nosotros- sobre que quiere realmente decir eso.
Muchos periodistas (y muchos dueños de medios) creen que el periodista multimedia debe ser un tipo capaz de producir un mini-documental en video como si fuera para la tele, una historia de radio como para National Public Radio, un flash interactivo como para Pixar y una fotografía de concurso como de AFP.
¿Puede un sólo reportero reunir todas estas habilidades con tal profesionalismo? No lo creo. Por eso creo que lo que debe ser multimedia son las redacciones, no los individuos. Es decir que se debe repensar la forma en que trabajamos en equipo. Esto quiere decir, por un lado, que debe integrarse al oficio otro tipo de profesiones que complementan la del reportero. Productores (de audio, de video, de flash) deben ser ahora co-equiperos de los periodistas y el trabajo debe ser mas colaborativo.
En este contexto, un buen reportero multimedia es un tipo capaz de recolectar el material en bruto necesario para luego producir una buena historia multimedia. Esto es, ser capaz de obtener un buen audio, las fotos necesarias para contar un historia completa o un video bien iluminado y encuadrado. Luego este material debe trabajarse en conjunto con un productor.
La pregunta que queda abierta es si en las redacciones de América Latina vamos a integrar la idea de los productores, vamos a capacitar a nuestros reporteros y vamos a ampliar nuestras redacciones on-line como viene ocurriendo en los países que nos llevan la delantera en esta revolución. ¿Tenemos el dinero o la voluntad?
Supongamos que tenemos la voluntad pero no el dinero. ¿Qué alternativas hay? Un antiguo colega está ensayando una nueva fórmula e Internet y la Web 2.0 parece el medio perfecto para desarrollarla.
Consiste en que los lectores propongan los temas que quieren que su medio cubra. Para ello, los editores de Spot Us establecen el monto de dinero que necesitan para hacer la investigación y la gente dona dinero. Si se recolecta el dinero suficiente para cubrir la historia, esta se hace. Este modelo de «crowdfunding» o financiación por la multitud ganó una de las becas para innovación de la Fundación Knight. Además del dinero de la gente, el modelo propone que los medios que quieran imprimirlos con derechos exclusivos paguen por ellos.
El modelo no está exento de algunas preguntas inquietantes. Si por ejemplo una persona con los recursos y una agenda propia oscura paga por un artículo, en que medida eso difiere de una gran multinacional de los transgénicos pagando por un artículo a favor de los tomates modificados genéticamente?
Sin embargo, para los amantes del papel y la tinta todavía hay buenas noticias. El declive de los medios impresos está concentrado en la prensa diaria. Otros medios impresos como las revistas, en cambio, gozan de muy buena salud.
De acuerdo con el informe «State of the news media» de 2006, la circulación de revistas en Estado Unidos está en aumento. Sin embargo hay un dato irónico: la revista cuya circulación más ha crecido es The Week, una revista que funciona con la lógica de Internet; agregar noticias en un solo lugar. The Week selecciona los mejores artículos de toda la prensa y los organiza como un agregador de noticias tipo Google News o cualquier otro “reader”.
No hay razones para que el futuro de los medios en América Latina sea muy distinto a lo que ya está sucediendo en los países donde Internet tiene una mayor penetración en la vida cotidiana de las personas. No hay que alarmarse. Anticipemos el futuro y aprovechemos que hoy tenemos una magnifica herramienta para entender rápido qué está pasando allá: Internet.
Esta columna fue publicada en el sitio web del International Center for Journalsist-ICFJ. Veala publicada aquí.